¿Qué es un ensayo de prueba en el adiestramiento canino?

El ensayo de prueba consiste en someter al animal a actuar sin la presencia de reforzadores (positivos o negativos) y sin la presencia de todos los elementos contingentes al proceso de adiestramiento: cuerdas, motivadores, comida, collares de entrenamiento, lugar de trabajo  etc

Es decir, consiste en que el animal responda solo a los estímulos condicionados de las órdenes de su guía, generando así respuestas condicionadas y con la emoción adecuada en cada momento.

Si analizamos las diferentes especialidades del entrenamiento animal, observamos que son en las competiciones deportivas caninas  de IGP (IPO) , OCI y Ring donde se trabaja con el máximo nivel de complejidad técnica.

Sobre todo en IGP, ya que su ensayo de prueba consiste en trabajar unos 15 minutos de tiempo por disciplina (3), sin recibir ningún tipo de reforzamiento y sin poder utilizar otro tipo de estímulos condicionados como gestos o ayudas, más allá del único estímulo condicionado posible (discriminativo) : la orden .

En la foto : Nacho Sierra con «Atom», Borja Vidal con «Ares» y el subcampeón del mundo IGP Juanjo Barragán con «Harry»

En el entrenamiento de focas y delfines, los animales se ven siempre “reforzados por el arenque”, que se les entrega como reforzador en las exhibiciones y no son sometidos a un reglamento que se lo impida dárselos.

En la Hípica o la doma clásica, el caballo se ve algo ayudado por el contacto con el jinete, y éste le puede ayudar a ejecutar determinados ejercicios a través de estímulos condicionados provocados por las riendas o por sus piernas.

En las pruebas de trabajo IGP (IPO), el animal deberá responder con corrección , rapidez y alegría sin que el guía pueda entregar ningún tipo de premio, durante esos aproximadamente 15 minutos que dura una disciplina,  y por supuesto, no se puede aplicar ningún tipo de estímulo negativo. Es decir, ¡Unos quince minutos sin recibir reforzamiento alguno!

El Adiestramiento es precisamente un “experimento”, un examen que exige un ensayo de prueba, de lo contrario podríamos hablar de proceso de entrenamiento animal, pero no podremos medir dicho aprendizaje, al estar presentes todavía en juego los reforzadores.

Por esto, me llama la atención, que se considere que un perro está adiestrado cuando se le da la orden de llamada y solo acude a la misma cuando le enseñan una salchicha o una pelota.  He visto adiestradores que, al final de su trabajo de adiestramiento, aún necesitan caminar por la calle a base de entrega de premios o de desagradables tirones de correa. En todo caso, hablaríamos que el perro está en proceso de adiestramiento, pero nunca adiestrado.

“Una cosa es sobornar y otra cosa es reforzar”

Un animal sobornado necesita ver u oler el reforzador para ejecutar la orden. Un animal adiestrado ejecuta la orden sin presencia de refuerzos y como consecuencia de su correcta ejecución, recibe un reforzador positivo no siempre esperado.

Pero otro tema que influye en el adiestramiento, es el componente emocional, es decir, en qué estado de ánimo realiza el animal  el ejercicio, algo que también se condiciona (a través del condicionamiento clásico) y que resulta bien medido y es observable en una prueba de trabajo IGP,OCI o Ring.  Hoy en día, un trabajo en un perro con ánimo obligado o decepcionado es muy penalizable por el reglamento de un campeonato de adiestramiento, y a mi modo de ver , todavía debería serlo más.

Importa tanto que un perro se siente correctamente y rápido ante una orden, como que lo haga en un estado de alegría y atención.

La ley de la contingencia de Rescorla, hace estragos en el adiestramiento de educación, obediencia y modificación de conducta comercial. Los perros obedecen solo a sus adiestradores y no a sus dueños, los perros solo obedecen en los clubes de obediencia y no a sus dueños en el paseo diario por la calle. Los perros solo obedecen a sus dueños cuando el adiestrador está presente  etc. Y qué decir de aquellos que solo responden si llevan determinados instrumentos: collares de impulsos o salchichas, que deben recibir resignados o sobornados respectivamente.  ¡Esto no es un adiestramiento terminado!

(Léase la ley de la contingencia en este blog  y los 7 errores de los adiestradores en el blog de www.tducamos.com)

La ausencia de pruebas de utilidad en el adiestramiento y la modificación de conducta comercial hace que el concepto de “bien o mal” adiestrado sea subjetivo, ya que dependerá del grado de conformismo de un dueño.

Que pocos perros con fuertes instintos vienen a una llamada cuando se disponen a perseguir a un gato o una liebre, o que pocos permanecen quietos en un lugar viendo pasar una perra en celo. Pero los pocos casos de perros que si ejecutan la orden de llamada o de quieto, en estos casos extremos, son los que nunca escaparan detrás de un gato pudiendo ser atropellados o pelearan con otros perros, ya que sabrán acudir a la llamada de su dueño  sin necesidad de tener que recibir, inútiles sobornos o constantes impulsos negativos.

Por lo tanto, veo demasiados perros en proceso de entrenamiento y pocos realmente adiestrados para su función. Tan solo en las pruebas de trabajo de IGP, OCI o Ring  podemos valorar y medir el  verdadero adiestramiento, pero en estos casos no buscamos su funcionalidad sino su perfección técnica adaptada a un reglamento.

En el caso de buscar la practicidad, los entrenamientos de obediencia comercial y la modificación de conducta, deberían centrarse más en que sea el dueño el que consiga que su perro le obedezca en su propia calle o casa , y sin tener que portar siempre salchichas, clicker o tener que llevar al perro repleto de artilugios.  Si esto es así, repito, es porque el trabajo no ha sido terminado.

Lo mismo digo de los perros detectores que se quedan en un simple juego discriminativo de olores y no van más allá de detectar sustancias en condiciones reales de máxima complejidad o de los perros de rescate y salvamento que algunos creen tenerlos entrenados a buscar en lugares fáciles, donde un humano también lo hace, y no se les trabaja para responder en catástrofes reales marcando víctimas vivas en situaciones caóticas. Los que lo hacen, si son perros adiestrados en rescate y salvamento, el resto no deben acudir porque están en proceso de aprendizaje.

Desde aquí quiero felicitar a todos los adiestradores cuyos perros pasaron su ensayo de prueba particular. Para llegar a esto, el trabajo es largo, muy duro y el proceso de adiestramiento debe llevar al perro al máximo de puntos en un campeonato o en caso de los perros funcionales, al máximo de eficacia en un escenario real .

Por esto, todos los profesionales del adiestramiento canino deberían pasar alguna vez en su formación por “la ingeniería” del adiestramiento de competición, para poder  aprender a elaborar técnicas que posteriormente cada uno aplicará y adaptará a sus respectivos trabajos

Grandes del adiestramiento mundial como Helmut Raiser,  Bart Bellon,  Knut Fuchs  entre otros muchos, han sido creadores de conceptos y de técnicas que han revolucionado el adiestramiento canino y todos trabajan o lo hicieron en el seno del perro de trabajo deportivo IGP (IPO).

Por Nacho Sierra  (Director de la Escuela de FP Canina)  www.efpc.es