TEMA DE LA SEMANA: CARÁCTER Y RAZAS. ¿RAZAS PPP?

Nunca me gustó hablar de razas caninas y sí en cambio de tipos raciales y también linajes dentro de una misma raza. Las diferencias de conducta básicas entre las razas no existen, todas aprenden de la misma forma, su cerebro está igual configurado y las hormonas existentes son las mismas, ya que son todos cánidos y perros (canis lupus familiaris o canis familiaris domesticus). Las diferencias están en su aspecto físico ( fenotipo) , que pueden condicionar su conducta o su carácter, y el grado de especialización genética (Gimnasia funcional genética) en cuanto a su utilidad, que pueden condicionar su temperamento y sus habilidades.
Una raza es un fenotipo, las razas caninas fueron seleccionadas en un principio por su utilidad pero posteriormente la estética marcó y dirigió la mayor parte de la selección genética. Fueron los caracteres psíquicos derivados de su utilidad los que han definido en mayor o menor grado esa idiosincrasia racial, a través de la consanguinidad. Por ejemplo, todos podemos hablar en general del carácter del Boxer, aunque en la realidad todos sabemos que no todos los Boxer son iguales.

El carácter es la totalidad (en interacción) de todos los elementos heredados y aprendidos que dan como resultado una forma de comportarse. LA RAZA NO DETERMINA EL CARÁCTER DE UN INDIVIDUO.
El fenotipo (aspecto exterior), es la manifestación externa de el genotipo, pero los ejemplares de una misma raza tienen entre ellos distintos genotipos, por eso dentro de una misma raza los perros son diferentes. En las líneas de sangre con un índice más alto de selección genética y consanguinidad podemos hablar de predominio de determinados capacidades instintivas o de un temperamento más establecido.
¿Dónde está el problema a la hora de generalizar sobre el carácter de una raza?
El problema está en la cría de selección que se realiza en un determinado país y en un tiempo determinado, que hace que ejemplares (sementales) de una raza determinada con carácter atípico puedan reproducir e incluso fijar sus características. De esta forma, en una raza donde sus niveles de sociabilidad suelen ser altos, nos podemos encontrar en ocasiones con individuos tímidos e inseguros. Evidentemente, también influirán las condiciones en la que el criador haya tenido al cachorro en sus primeras ocho semanas de vida, pero estas variables no las consideraremos como factores genéticos o congénitos.
No habría que hablar de diferencias de carácter, sino de probabilidad de determinadas inclinaciones temperamentales en cada grupo racial. En conclusión, cuando hablamos de razas y carácter solo podemos hablar de estadísticas (sujetas al tiempo y el lugar geográfico donde esa raza se ha desarrollado), ya que en cada raza se pueden dar o no ciertas características o rasgos del carácter seleccionados previamente por la mano humana. Por eso una raza no predispone el carácter del ejemplar, pero sí lo hace en cambio el linaje dentro de una raza o de un mestizaje, que provoca que determinados individuos de una misma familia salgan con unos rasgos más o menos potenciados.

Los PPP (Perros Potencialmente Peligrosos) lo forman un grupo de razas que han sido injusta y absurdamente consideradas como peligrosas y recogidas en una ley que existe en numerosos países del mundo, leyes confeccionadas por políticos y no por expertos.
Como hemos dicho anteriormente, tan solo en algunos ejemplares (linajes o líneas de sangre, y no en determinadas razas), pueden existir factores genéticos que unidos a un am-biente y/o una educación determinada puedan predisponer más fácilmente a la conducta agresiva. Los estudios en genética aclaran que los factores comportamentales que inducen a la agresividad no están unidos al fenotipo del individuo, que es de lo que se trata al diferenciar unas razas caninas de otras.

Este tipo de ejemplares “defectuosos” pueden darse en cualquier perro, sea de raza o mestizo. Por lo tanto, nombrar a 8 o 12 razas de entre las aproximadamente 380 razas caninas (más todos sus cruces derivados) además de ser una frívola clasificación, es una atrocidad científica, que prejuzga a los propietarios de estos canes como potencialmente violentos y califica a esta ley como racista, injusta y a su vez absurda.
Poco favor hacen también algunos criadores diciendo que su raza es maravillosa o que hay otras más peligrosas, porque vuelven a caer en el mismo error de creer que una raza condiciona el carácter de un individuo.

En el trabajo deportivo de IPO conocemos muy bien la influencia de la línea de sangre, ya que tener un Pastor Alemán, un Malinois o cualquier otra raza de trabajo y utilidad no te asegura que tu perro vaya a tener las condiciones o aptitudes necesarias para este deporte canino y por eso buscamos líneas genéticas seleccionadas por utilidad, en las que aún así también se corre el riesgo de fracasar en la elección y donde el ambiente, la educación y el adiestramiento ayudarán también en su parte proporcional a lograr los objetivos marcados.

Nacho Sierra (texto extraído y adaptado del libro Técnicas de Modificación de conducta canina (libro de texto de la EFPC).